domingo, 19 de febrero de 2017

Permíteme que me presente...

¡Hola!
Permíteme que me presente: Me llamo Tai Chi, soy de la familia de las Artes Marciales, de la rama de las Artes Marciales Internas. Nací en China sobre el siglo XV d. C., cuando un sabio llamado Chang San Feng contemplaba en el exterior de su monasterio una grulla luchando con una serpiente. Al ver lo diferentes que eran sus energías, y con sus sabios conocimientos sobre Taoísmo y Artes Marciales creó los principios de mi largo camino.
   Procedo de la familia del Tao Yun  (Siglo III a. C.) unos ejercicios Taoístas que unen movimiento y respiración con fines de salud física y espiritual.
   Mi desarrollo se ha ido influenciando por otros sistemas de Artes Marciales, de adiestramiento espiritual y métodos curativos.
   Mis influencias espirituales son el Budismo y el Taoísmo, y aún sigo evolucionando con los tiempos presentes, sin perder mi esencia espiritual y de cultivar cuerpo y mente.
   Soy un Arte vivo, no estancado. Fluyo como el agua y soy flexible, igual que el bambú. Mis practicantes también se vuelven fluidos y flexibles como yo. Chang San Feng, mi padre, no dejó instrucciones fijas o "cuadradas" para mi práctica.
   Tampoco es conveniente sólo aprenderme mirando vídeos o fotos. Es más bello aprenderme junto a un maestro, profesor o compañero de práctica. Con paciencia, persistencia y fluidez.
   También me llaman "Danza Sagrada" y eso es muy bello, porque realmente estamos danzando con el alma, mente y cuerpo.
   Estoy al alcance de todo el mundo, sin discriminaciones ni etiquetas. Me puedes empezar a practicar a cualquier edad, cuanto antes mejor, ya que así tu estado natural de salud se conserva y mejora con el paso del tiempo.
Rompo barreras culturales y religiosas, fronteras y etiquetas.
   Soy fácil de aprender, sólo requiero práctica diaria, ilusión y constancia.
   ¡Ah! Y no soy nada aburrido, aunque a algunos les pueda parecer así por mis movimientos lentos. Pero es al contrario, porque así la vida se aprecia más. Además, estos lentos y armoniosos movimientos nos procuran un ejercicio intenso.
   Cultivo la Paz, la Paciencia e incluso el Amor. Y te hago recordar que tienes magia de verdad. Dame la oportunidad de entrar en tu vida...

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