miércoles, 2 de septiembre de 2020

TAI CHI Y CHI KUNG. PRACTICAR AL AIRE LIBRE, LA MEJOR EXPERIENCIA.


   Amanece... el aire está fresco y limpio, la luz es de un color precioso. Bajo los árboles del parque, a la orilla del mar o de un cantarín río, al abrigo de un bosque acogedor, o en tu propio patio, jardín o terraza, solo o en compañía, comienzas a practicar el noble y longevo arte del Tai Chi. Al atardecer, después de un día largo de trabajo, estrés o mucha actividad y ruido, con el Tai Chi volvemos a conectar con nuestra serenidad y calma. 
 
  Si consultamos en publicaciones, Internet, etc., seguro que nos encontraremos muchos artículos describiendo los numerosos beneficios de la práctica del Tai Chi, Chi Kung, Yoga... al aire libre. Así que, este artículo sólo pretende añadir mis propias sensaciones a las de muchos otros practicantes, maestros y alumnos que, agradecidos, repetimos cada día este ritual de conexión con la naturaleza, mejora de la salud, y muchas otras bondades, y llegar a todos vosotros de todo corazón. 

   Es irónico que, en estos tiempos en los que disponemos de tantos medios para conectarnos, estar informados, incluso hablar con gente a la que ni siquiera conocemos, estemos a la vez tan desconectados de otros seres humanos (incluso nuestra propia familia y amigos de verdad), y de nuestro bello planeta Tierra. 

   A los maestros de Tai Chi les llama mucho la atención que los occidentales entrenemos en espacios cerrados la mayoría del tiempo. 
Tew Bunnag, maestro de Tai Chi y Artes Marciales tailandés, dice: "Cualquier práctica debe hacerse, a ser posible, al aire libre, donde haya plantas y árboles y conexión con los elementos". 
   Los contrastes de temperatura entre el exterior y el interior de una sala de entrenamiento, en invierno con la calefacción y en verano el aire acondicionado, son peligrosos para la salud, así que, si no hay más remedio que practicar en interior, al menos que esté bien ventilado y/o con ventanas o puertas abiertas. Además es conveniente que después del entrenamiento la temperatura del cuerpo vuelva a la normalidad. 

   Si entrenamos en verano, en su época de más calor, tenemos que buscar un lugar en semi-sombra, evitando el sol directo en la cabeza. 
   Por regla general los cambios bruscos de tiempo, humedad o sequedad extremas, no son buenos para nuestra salud y energía vital. 
 
  Otro maravilloso beneficio de practicar al aire libre es que nuestra respiración mejora, el aire que inhalamos está más limpio, llenamos más los pulmones y todo nuestro organismo mejora visiblemente al dar más calidad a la respiración: la piel (nuestro segundo órgano respiratorio), la circulación de la sangre, todos los órganos, sistemas, energía vital, etc.
   El oxígeno entra en nuestro cuerpo y nuestra Energía Vital (Chi), se conecta a la de la Tierra. Nuestro Ser forma parte del Todo. Las sensaciones son muchas y maravillosas, pero lo mejor es practicar uno mismo para experimentarlo. 

   La práctica en espacios abiertos además nos ayuda a conectar con nuestro entorno con todos nuestros sentidos, nuestra presencia en comunión con la Naturaleza. Así, creamos armonía interior, aumenta nuestra concentración, ya que aprendemos a sentir lo que ocurre a nuestro alrededor conservando la conciencia de nuestro interior. 
 
  Es maravilloso sentir la Naturaleza al practicar Tai Chi y Chi Kung al aire libre, ya sea solo o en grupo. Aumenta nuestra energía positiva y vitalidad. Si practicamos en grupo, lograremos una conexión armónica en la que todos parecemos un solo ser, y coordinamos nuestros movimientos y energías de forma casi precisa. 

   ¡Pruébalo! Es la mejor forma de experimentar todos estos beneficios. 
   Espero que pronto lo compartamos juntos y te dé tantas bendiciones como a mí. 
¡FELIZ VIDA! ❤

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