sábado, 25 de febrero de 2023

MANOS DE ALGODÓN, SALUD DE HIERRO

,Las manos... ¿Eres consciente de ellas? Qué bellas. Nos permiten acariciar, sostener, abrazar, crear arte (cerámica, escultura, pintura, dibujo...), tejer, cocinar, limpiar, aplaudir, hacer música, escribir... ¡tantas cosas! Expresan cómo nos sentimos, son capaces de hablar con quien no nos oye, dirigir una orquesta, dibujar en el aire.
   En su suavidad se encuentra su fuerza. En la práctica del Tai Chi tienen un papel protagonista: dirigen los movimientos de todo el cuerpo y en qué dirección vamos. 
   Desde los dedos y por toda su superficie pasan meridianos energéticos. Siempre han de estar relajadas y suaves, sin crispación ni tensión, lo que transmite esa suavidad a todo nuestro ser. 
   Antes de, aprox. 1855 el arte del Tai Chi aún se llamaba Mian Quan (Puño de Algodón), hasta que un sabio llamado Ong Tong He vio luchar al maestro Yang Lu Chan, e impresionado, dijo que sus movimientos y práctica de sus técnicas expresaban la energía del Gran Tai Chi. Lo expresó así: 
"Las manos que sostienen el Tai Chi hacen temblar el mundo entero. 
Un pecho que contiene la última habilidad, denota una multitud de héroes" 
   El Tai Chi puede "vencer el movimiento con la quietud", "vencer a la dureza con la suavidad", "vencer lo rápido con lo lento". 
   Los movimientos son circulares, fluidos, lentos y suaves. Eso es lo que le da fuerza. 
   Lo bello es que la fuerza de nuestro Ser viene de la suavidad. Y eso empieza con las manos... Cuidémoslas.

lunes, 4 de julio de 2022

La autoestima crea respeto.

¡Buenos días a todos!
Si prestas atención, la vida te coloca señales. Hoy me he topado con esta frase buscando otra cosa. Y ¡¡qué razón tiene!! 
Nacemos con un espacio, un cuerpo, mente y alma, una energía y una impronta única. Y un cofre lleno de talentos únicos e intransferibles. Y con todo eso y nuestra luz y espacio personal caminamos cada día paso a paso por nuestra vida. 
   Vamos creciendo, y es maravilloso no perder la esencia, nuestro niño interior, la magia y la ilusión. Y sobre todo, querernos a nosotros mismos y respetarnos. 
   Conocer nuestros talentos y a partir de ellos, esforzarse, trabajar y desarrollarnos. No es necesario usurpar la identidad, o el camino, o la vida de otros, ni poner zancadillas, ni usar la envidia como combustible para avanzar. Si hay algo que no nos gusta, lo cambiamos. Nos transformamos, o recuperamos cualidades perdidas. Y descubrimos nuestra luz propia, nuestro espacio personal, nuestro camino y nuestra magia. No es necesario obstaculizar el camino de otro. Así como tampoco hace falta disminuir el brillo para que otros estén contentos. 
   Feliz semana y Feliz Vida ❤

martes, 28 de septiembre de 2021

Maestros, profesores, alumnos y la enseñanza del Tai Chi.

   Las personas que se quieran acercar al maravilloso Arte Marcial interno que es el Tai Chi, y al Chi Kung, sistema de ejercicios de respiración y de salud, ambos de origen chino, han de saber que son más que bienvenidos, y que van a tener toda la libertad del mundo para descubrir las necesidades y objetivos que desean de ellos. 
   Los tiempos evolucionan y cambian, aunque a veces parezca que retroceden en algunas cosas. El Tai Chi y el Chi Kung beben de la fuente del Taoísmo. Entre otras cosas, esta filosofía se basa en el fluir del tiempo y en adaptarse a los cambios, manteniendo las cosas buenas. Por eso, es una disciplina flexible y llena de beneficios. 
   A veces, hay gente (tanto alumnos como profesores) que piensan y declaran que es una práctica muy difícil, pero no es así. 
   El Tai Chi (así como el Chi Kung y otras disciplinas afines) va evolucionando acorde a los tiempos, a la vez que conserva todas sus bondades y características principales. 
   Lo mismo ocurre (o debería ocurrir) con los maestros, profesores, instructores, etc., que acercan estas beneficiosas prácticas a otras personas que se acercan con curiosidad a estas prácticas, cada uno con sus razones personales. 

   En la antigüedad, el Tai Chi y otras Artes Marciales, así como el Chi Kung, estaban prohibidas o restringidas al público en general, en China. Debido, en parte al aislamiento, cerrazón y resistencia a la influencia extranjera. 
   También porque había ciertas enseñanzas más profundas y difíciles de asimilar. Los maestros, por regla general, eran muy severos, con métodos muy rígidos e inflexibles. 
   A su vez, el instructor elegía cuidadosamente el/los discípulos adecuados para su enseñanza. Primero, se les sometía a un período de prueba duro, después del cual podían ser aceptados, o no. 
   Muchos de estos círculos de enseñanza se encontraban en monasterios, el ejército, o en clanes o familias. 
   En la década de 1960, con el comienzo del gobierno de Mao Tse Tung y la aparición de la llamada Revolución Cultural, muchos maestros salieron de su país y comenzaron a difundir sus enseñanzas por el resto del mundo. 
   Afortunadamente, hoy en día, podemos disfrutar de sus numerosos beneficios por todo el planeta. 

   Paul Read, maestro de Tai Chi, conocido por su humor y su sitio web teapotmonk.com dice que: "Si bien es cierto que las cualidades que hacen que el Tai Chi sea bueno: humildad, no ambición, no agresión, espontaneidad, silencio, y las ventajas de dar un paso atrás, tienen una calificación bastante baja en nuestra sociedad materialista, creo que es demasiado fácil para los maestros ignorar su responsabilidad cuando los estudiantes abandonan la escuela". Es importante que el maestro tenga más humildad, que se preocupe por invertir más tiempo en averiguar las necesidades y objetivos de los alumnos, y trasmitir todas sus cualidades. 
   Algunas veces, los alumnos sienten que no están a la altura de aquéllos que llevan más tiempo y tienen, lógicamente, más experiencia. 
   A veces, los profesores explicamos demasiados conceptos a la vez, que son difíciles de retener en la memoria del estudiante. Así que, es mejor mantener la enseñanza simple, sencilla. 
   Es muy importante también no obligar a los alumnos a copiar simplemente nuestros movimientos. Es mejor enseñar la mecánica del movimiento y dejar que los alumnos los trabajen y los integren, para que les insuflen su propia energía y los hagan suyos. Incluso, convertirnos, como dice el maestro Tew Bunnag, en un amigo que comparte la práctica con ellos. 
   También es muy importante que observemos, que invitemos a los alumnos a participar, a preguntar, a indicarles que practiquen solos, que se enseñen unos a otros. 
Tew Bunnag también incide en explicar una gran verdad: que el Tai Chi no sólo es un deporte para ejercitar el cuerpo, sino una disciplina que integra y aúna sus facetas marciales, terapéuticas y espirituales. Es importante tener en cuenta su carácter holístico, unificar todo de forma natural para proporcionar armonía y bienestar, los objetivos del Tai Chi. 
 
   Fundamental para el alumno tener en cuenta sus necesidades personales, lo que busca en su aprendizaje y práctica del Tai Chi y Chi Kung. Las sensaciones internas de cada uno son muy valiosas. 
   Es fundamental crear un ambiente armónico, pacífico, colaborativo, sencillo y limpio de complicaciones, lenguaje rimbombante y parafernalia. 
   El maestro Bunnag también afirma, como la mayoría de los maestros, que: "la forma no puede aprenderse con fotografías ni siquiera con vídeos, sino que requiere la relación viva con un maestro". 
   A mí también me parece muy importante la capacidad maravillosa del ser humano de sanarse a sí mismo, la participación como paciente activo (en cuanto a la capacidad sanadora de todas estas prácticas). 
   Lo importante es descubrirlas cada día, tanto durante el tiempo de aprendizaje en clase, como en la práctica personal diaria. 

   La belleza de disfrutar del camino en vez de enfocarse en querer saber cuándo llegamos al final, es una experiencia maravillosa. 
   A mí personalmente me gusta enfocar mi trabajo como docente desde mi experiencia como alumna también. 
   La vida se hace más bonita y fluida cuando hay mezcla e integración: de culturas, enseñanzas, etc. 
   Es más gratificante prescindir de la cerrazón, de las jerarquías, la exclusividad y la complicación. Mejor aprender (y enseñar) en un ambiente y un entorno abierto en el que el maestro tiene su responsabilidad de enseñar, compartir, y aprender, y los alumnos a su vez, tienen su responsabilidad de practicar, conectarse con ellos mismos. 

   El Tai Chi en clase, y en la vida diaria, combina maravillosamente con el Chi Kung, con su aspecto meditativo, espiritual, y médico. 
   Lo que absorbamos cada día de todo ello, y lo que nos aporta, eso es lo bello. 

   Y para terminar, algo tan valioso y fundamental como la paciencia. Es un verdadero arte que nos ayuda a interiorizar, volver a nosotros mismos, centrarnos encontrarnos, disfrutar, tener asombro, ilusión, olvidarnos de la sensación de que tenemos que saberlo todo. Mejor ir poco a poco, ¿no?. 
   Eso es la Vida. 

lunes, 10 de mayo de 2021

La paciencia. Una virtud, una necesidad, un regalo.

   El Tai Chi nos ayuda a desarrolla nuestras habilidades emocionales y cognitivas, como la empatía, el respeto, la compasión, la PACIENCIA... 
   Creo que siempre he sido una persona paciente (aunque en ocasiones la paciencia tenga un límite desbordable). 
   La paciencia siempre me ha hecho bien. Y sí, creo que es una virtud y que incluso nos proporciona mejor salud física, mental y espiritual. 
   Vivimos en un mundo de prisas, estrés, inmediatez, y a veces yo diría también que de agresividad por parte de algunos. 
  Ahí va un ejemplo de impaciencia cotidiano: observa un paso de peatones con semáforo: seguro que te darás cuenta de que muy poca gente espera a que cambie a rojo para los vehículos para cruzar. Se arriesgan a ser atropellados, pero aún así, cruzan. ¿De qué les sirve? ¿llegan antes? NO. 
   Pues así encontramos muchos ejemplos a lo largo de nuestro día a día. 
   Ya lo decía Einstein: El Tiempo es relativo. A mí me gusta pensar y decir que, por ejemplo, una clase de Tai Chi dura 1 hora u hora y media, con prisa o sin prisa. Entonces: ¿por qué no disfrutar cada momento? 
¿No es más bonito el paisaje desde la ventana de un tren que va más despacio? Para mí sí. 
   ¿No crees que se disfruta más observando y viviendo la vida más lentamente? ¿Para qué queremos ir tan rápido? Nos perdemos muchas cosas maravillosas, nos perdemos a los demás, y a nosotros mismos. Dadle una vuelta. 
Feliz Vida. 

Nuestro espacio vital es la NATURALEZA.

¡Hola de nuevo!
   Cuando escribí este post estaba en uno de mis sitios favoritos en el parque de mi barrio, rodeada de pinos, pájaros, y acariciada por una suave brisa. 
   Necesito estar en la naturaleza, ya sea en la sierra, un bosque, el parque... escribiendo, o meditando, practicando Tai Chi, dibujando, haciendo fotos, o simplemente estando. Sintiendo todo lo que me rodea con todos mis sentidos, cuerpo, mente y alma; respirando al ritmo que respiran los árboles. 
   Los humanos somos también seres conectados a la naturaleza, aunque algunas veces se nos olvide viviendo en un medio urbano: nos sentimos mal, sobrecargados, con ansiedad, mal humor... enfermamos y nos entristecemos. 
   Los árboles, el sol, el viento, la Tierra y el Cielo nos recargan y nos recuerdan que somos naturaleza también. 
   Los maestros de Tai Chi siempre hablan de practicar al aire libre, y por eso vemos tanta gente haciendo Tai Chi y Chi Kung en parques, playas, bosques, montaña, etc. 
   Si no tienes más remedio que practicar en un sitio cerrado, procura al menos que el lugar tenga puertas o ventanas abiertas, que se renueve el aire, y que tenga elementos naturales. 
  La Madre Naturaleza es la mejor batería para cargar nuestra energía, y el mejor lugar para conectar con tu espacio interior. Intercambiar energía vital con la naturaleza nos ayuda a enraizarnos, expandir nuestro espacio vital y elevar nuestra vibración. 
   Y, al menos a mí, me hace sentirme más Feliz. Namasté y Feliz Vida. 

miércoles, 2 de septiembre de 2020

TAI CHI Y CHI KUNG. PRACTICAR AL AIRE LIBRE, LA MEJOR EXPERIENCIA.


   Amanece... el aire está fresco y limpio, la luz es de un color precioso. Bajo los árboles del parque, a la orilla del mar o de un cantarín río, al abrigo de un bosque acogedor, o en tu propio patio, jardín o terraza, solo o en compañía, comienzas a practicar el noble y longevo arte del Tai Chi. Al atardecer, después de un día largo de trabajo, estrés o mucha actividad y ruido, con el Tai Chi volvemos a conectar con nuestra serenidad y calma. 
 
  Si consultamos en publicaciones, Internet, etc., seguro que nos encontraremos muchos artículos describiendo los numerosos beneficios de la práctica del Tai Chi, Chi Kung, Yoga... al aire libre. Así que, este artículo sólo pretende añadir mis propias sensaciones a las de muchos otros practicantes, maestros y alumnos que, agradecidos, repetimos cada día este ritual de conexión con la naturaleza, mejora de la salud, y muchas otras bondades, y llegar a todos vosotros de todo corazón. 

   Es irónico que, en estos tiempos en los que disponemos de tantos medios para conectarnos, estar informados, incluso hablar con gente a la que ni siquiera conocemos, estemos a la vez tan desconectados de otros seres humanos (incluso nuestra propia familia y amigos de verdad), y de nuestro bello planeta Tierra. 

   A los maestros de Tai Chi les llama mucho la atención que los occidentales entrenemos en espacios cerrados la mayoría del tiempo. 
Tew Bunnag, maestro de Tai Chi y Artes Marciales tailandés, dice: "Cualquier práctica debe hacerse, a ser posible, al aire libre, donde haya plantas y árboles y conexión con los elementos". 
   Los contrastes de temperatura entre el exterior y el interior de una sala de entrenamiento, en invierno con la calefacción y en verano el aire acondicionado, son peligrosos para la salud, así que, si no hay más remedio que practicar en interior, al menos que esté bien ventilado y/o con ventanas o puertas abiertas. Además es conveniente que después del entrenamiento la temperatura del cuerpo vuelva a la normalidad. 

   Si entrenamos en verano, en su época de más calor, tenemos que buscar un lugar en semi-sombra, evitando el sol directo en la cabeza. 
   Por regla general los cambios bruscos de tiempo, humedad o sequedad extremas, no son buenos para nuestra salud y energía vital. 
 
  Otro maravilloso beneficio de practicar al aire libre es que nuestra respiración mejora, el aire que inhalamos está más limpio, llenamos más los pulmones y todo nuestro organismo mejora visiblemente al dar más calidad a la respiración: la piel (nuestro segundo órgano respiratorio), la circulación de la sangre, todos los órganos, sistemas, energía vital, etc.
   El oxígeno entra en nuestro cuerpo y nuestra Energía Vital (Chi), se conecta a la de la Tierra. Nuestro Ser forma parte del Todo. Las sensaciones son muchas y maravillosas, pero lo mejor es practicar uno mismo para experimentarlo. 

   La práctica en espacios abiertos además nos ayuda a conectar con nuestro entorno con todos nuestros sentidos, nuestra presencia en comunión con la Naturaleza. Así, creamos armonía interior, aumenta nuestra concentración, ya que aprendemos a sentir lo que ocurre a nuestro alrededor conservando la conciencia de nuestro interior. 
 
  Es maravilloso sentir la Naturaleza al practicar Tai Chi y Chi Kung al aire libre, ya sea solo o en grupo. Aumenta nuestra energía positiva y vitalidad. Si practicamos en grupo, lograremos una conexión armónica en la que todos parecemos un solo ser, y coordinamos nuestros movimientos y energías de forma casi precisa. 

   ¡Pruébalo! Es la mejor forma de experimentar todos estos beneficios. 
   Espero que pronto lo compartamos juntos y te dé tantas bendiciones como a mí. 
¡FELIZ VIDA! ❤

viernes, 28 de agosto de 2020

TAI CHI, BÁLSAMO Y RESPIRO EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS.


  ¡Hola a todos! 
Son tiempos raros, en eso creo que estamos de acuerdo. Pero también, en circunstancias difíciles aparecen personas maravillosas dispuestas a tender una mano, igual que técnicas, terapias, etc., que nos ayudan a vivir con mejor calidad de vida y nos confortan. 
   Personalmente, descubrí el Tai Chi hace casi 18 años como regalo de cumpleaños de una amiga, y ha sido y es mi mayor aliado, mi medicina… y hasta mi profesión. 
   Como profesora de Tai Chi, me gusta enseñar desde mi perspectiva de practicante y alumna: lo que experimento, siento, y me hace bien, lo que aprendo (cosa que me encanta hacer cada día), la experiencia de conectar con mis maestros y compañeros, la humanidad de equivocarse y no ser “perfecto”… 
   Durante estos meses he practicado Tai Chi en el salón de mi casa, y me ha ayudado muchísimo a echar fuera los pensamientos negativos, me ha servido muy bien para mejorar mi respiración, a ganar movilidad, a estirar mi cuerpo, y mucho más. 
   También ha habido días en los que no he practicado nada, por las circunstancias que sea. Y eso también me ha hecho comparar, ya que me he llegado a sentir mal física, mental  e incluso espiritualmente. Por eso me encantaría compartir con vosotros los múltiples beneficios del Tai Chi y Chi Kung y cómo aplicarlos en estos tiempos de pandemia. 
RESPIRACIÓN ABDOMINAL: 
   Tanto el Tai Chi como el Chi Kung (sistema de movimientos y ejercicios respiratorios), nos ayudan a recordar que nuestra respiración natural es la Abdominal . Gracias a ella los pulmones se llenan de oxígeno hasta un 20 % más y se llenan mejor los lóbulos inferiores. Aprendemos a relajar todo el cuerpo, a quitarnos “vicios “ respiratorios, como elevar la cabeza o los hombros, lo que hace que nuestra respiración sea muy elevada y superficial. 
   Además, ya que necesitamos llevar la mascarilla durante mucho tiempo, aprender a respirar de forma abdominal nos ofrece los siguientes beneficios: 
• Respiramos de forma más pausada, inhalando y exhalando con más suavidad. El aire entra más fresco y además no se estanca. 
• Mitiga la ansiedad. 
• Nos resulta más fácil llevar la mascarilla puesta por prolongados periodos de tiempo. Al no estar la mayoría acostumbrados a usarlas, seguro que al principio nos causó dificultad respiratoria, incómoda y estrés.
• Esta respiración natural permite filtrar el oxígeno entrante a través de la mascarilla con más pausa. Nos ayuda a habituarnos a ella mientras sea necesaria. 

MEDITACIÓN EN MOVIMIENTO: 

   Al Tai Chi también se le llama “Meditación en Movimiento”, por la calma y el estado  meditativo que llegamos a alcanzar con su práctica. Además, logramos acallar la “mente mono” que parlotea continuamente y nos perturba con insistentes y continuos pensamientos. La ansiedad y los miedos poco a poco se alejan y conseguimos equilibrio calma y paz. 

¡FUERA ESTRÉS! 
 Debido a los momentos tan difíciles que vivimos, podemos sufrir estrés. Si estamos trabajando o vamos a incorporarnos en breve a nuestra actividad laboral de nuevo, es fácil que surja miedo al contagio, etc. 
   El Tai Chi y el Chi Kung nos ayudan a disipar miedos, angustias y a sanar el estrés. 
Además, la práctica en grupo con compañeros de trabajo (por supuesto con distancia de seguridad), es muy recomendable ya que aporta unión, nos ayuda a rendir mejor, etc. 
   Éstos son solamente algunos de los múltiples beneficios del Tai Chi Kung, maravillosas prácticas.
Te invito a acompañarme cada semana en mis clases en Centros Culturales y de Mayores del Ayuntamiento de Madrid y Pozuelo de Alarcón, REEBOK Sports Club La Finca, y encantada me desplazo a tu empresa, local, asociación, etc., para compartir mis clases. 
¡FELIZ VIDA! ❤
María Ángeles Pellín Jurado. Profesora de Tai Chi titulada por el Departamento de Disciplinas Asociadas de la Federación Madrileña de Karate. Reconocida por la Consejería de Deportes de la Comunidad de Madrid.